La extinta majestad de la Asamblea Nacional

El dia de ayer todos fuimos testigos de como en pleno acto de entrega de memoria y cuenta por parte de los Ministros del gabinete ejecutivo a la Asamblea Nacional, la Ministra de Asuntos Penitenciarios, en un acto de descontrol, vociferó y gesticuló de una manera bastante particular hacia los diputados de oposición en rechazo a consignas que se gritaban en su contra. Este acontecimiento fué viralizado a traves de las redes sociales  mediante memes en los que se hacia mofa de sus muy expresivos gestos, haciendola quedar muy mal.

Realmente deja mucho que desear este comportamiento por parte de una Ministra en medio de un acto oficial, pero hasta ahora nadie ha cuestionado el comportamiento de aquellos diputados de la bancada opositora, quienes actuando como niños de primaria, gritaban al unisono consignas en contra de ella. Para ser mas especifica, estos diputados coreaban el nombre de dos conocidos delincuentes de nuestro  pais «El Conejo» y «El Picure» quienes representan lo peor de el principal flagelo que afecta a nuestra sociedad: La inseguridad

Vale la pena preguntarse ¿Que ha pasado con la majestad que deben preservar los actos oficiales? ¿Es correcta esta actitud por parte de los diputados llamados a promover la paz, la reconciliacion y la recuperacion de valores que hace tiempo se perdieron en Venezuela? Es lamentable ver como nuestra sociedad se ha malandrizado al punto de que los delincuentes se convierten en celebridades y en muchas ocasiones gozan de mas fama que nuestros propios artistas.

En su discurso como orador de orden del Dia de la Juventud, Nacho decia muy sabiamente:  “Hay que recuperar el lenguaje, respeto y la cordialidad” y los llamados a hacer esto somos nosotros, los que estamos promoviendo y apostando a un cambio. Por mas de 17 años se popularizó el uso del lenguaje soez, el comportamiento delincuencial se volvió moda y los valores, la educación y la cultura pasaron a ser vistos como algo poco atractivo. La implantación de este chip fue tan perfecta, que esto ya se considera normal incluso entre aquellos que dicen gozar de un nivel intelectual superior, quizas por aquello que alguien denominó el mimetismo batesiano.

Es hora de comenzar a cambiar, dejemos de glorificar actos de esta naturaleza que dejan mucho que desear acerca de nuestro nivel cultural, exijamos a nuestros respresentantes discursos y debates de altura y no nos conformemos con conductas infantiles y mediocres. No permitamos que la falta de educación, los antivalores y las malas costumbres sigan llenando nuestros espacios.

Si en realidad queremos cambiar a Venezuela, seamos mejor que aquello que criticamos.